Autor: Batuone

Hacía 8 años que no veía a Nicole; he tenido que comprobar las fechas porque el tiempo vuela, y efectivamente eran 8 años desde la última vez que la vi, en Madrid; y como esa, y las otras anteriores en las que estuve con ella habían sido las mejores experiencias sexuales con una chica trans que había tenido hasta ese momento y que tuve después, me daba un poco de respeto volverla a ver 8 años después, ella seguramente no sería igual y desde luego yo no lo soy. Podría llevarme una decepción y ella también conmigo.
Pero las ganas de verla superaron ese miedo y la llamé; se alegró de que la llamara, se acordaba de mí perfectamente, le apetecía verme; eso me dijo y parecía sincera así que quedé con ella, casi como un amigo y en una hora estaba en su piso, impecable, ordenado, limpio, un reflejo de su dueña.
Qué decir? En cuanto abrió la puerta vi que no había lugar al miedo que sentía.
Nicole hace 8 años era una belleza casi adolescente, tenía el encanto salvaje de una gatita juguetona, el cuerpo duro, prieto, brillante, la sonrisa picara, los labios llenos, la polla durísima, los pechos preciosos, la cintura flexible, el morbo a flor de piel, una pizpireta simpatía …era una preciosidad de niña.
Ahora sigue siendo muy joven, pero ya no es una niña, ahora es una preciosidad de mujer; conserva todos los encantos de su primera juventud, pero ahora redondeados y en su punto justo de sensualidad y sazón, quizás en su punto máximo; su cuerpo sigue duro, su sonrisa pícara, su polla durísima, su cintura estrecha, sus pechos son planetas donde viajar con la lengua, sigue simpática y lista, educada, elegante, sigue besando con toda la boca , con todo el alma, como sólo puede hacer quien se encuentra a gusto consigo misma……se ha hecho algunas cosillas desde entonces, como es normal……todo le ha sentado fenomenal, su transformación en belleza absoluta ha concluido; el viaje desde la niña que era a la mujer completa que ahora es ha llegado a término, y el viaje le ha sentado fenomenal. No siempre, ni a todas, les pasa; ni a todos.
Esa madurez, esa sensualidad adquirida se nota, en todo; se maneja ahora en el sexo con la seguridad de quien se encuentra y se sabe completa; conoce a la perfección las teclas de su cuerpo y quiere y te pide que las toques, y cómo quiere que las toques, y sabe también cómo hacer sonar las tuyas como un piano, tocando en tu cuerpo una sinfonía que poco a poco va subiendo, subiendo, hasta que crees que no puede haber una nota mayor y le pides que por fin te libere, que necesitas que te libere, pero ella encuentra en tí otra nota que no sabías que podía existir y la toca, y con ella te hace tocar el cielo. Mientras, no para de pedirte que practiques con su cuerpo, porque ella te hace disfrutar pero disfruta también ….. el final cuando llega es bestial, alucinante, conjunto, unidos por las lenguas en un solo cuerpo jadeante mientras las manos acarician las pollas que unidas confunden las espesas humedades que surgen como un manantial.......ufffffff, no lo puedo describir mejor, lo siento.
El éxtasis de este encuentro supera lo que podía esperar; no hace falta explicar en detalle que hubo de todo y todo de los dos, boca, polla, lengua, ano, testículos, huecos placenteros que nos exploramos y encontramos y nos regalamos en varias posturas, arriba, abajo, de lado, de pie, sentados, mirándome ella a mí, y yo admirándola a ella en el espejo….instantáneas mentales que saqué y que llevaré en la alforja de la memoria para sacarlas en momentos de deleite solitario.
En fin, qué decir, no voy a decir más…..no vayáis a verla, os enamoraréis y estaréis perdidos, como ya estoy yo.

Publicado el September 23, 2016 at 12:00 am