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Relato Travesti Boneca Suzy - El comienzo de mis comidas


RELATO TRAVESTI ESPAÑA: Boneca Suzy - El comienzo de mis comidas

Autor : Donostiarra

Tuve el placer de conocer a Boneca Suzy el año pasado en Bilbao.
Hacia tiempo que me habia fijado en ella, cuando vi un anuncio suyo en Pamplona.

Decidido a darme una alegria, vi que estaba en Bilbao, asi que contacté con ella, me dió la direccion y le dije sobre que hora llegaría.
Era mi primera vez, no como pasivo, sino con alguien de dotación tan considerable. Los nervios me comian, no sabía como iba a reaccionar.
Así que llegué con los nervios a flor de piel. He de decir, tambien, que soy una persona tímida. Nada ayuda jajajaja.
La puerta se iba abriendo despacio, no se veía nada, asi que entre con mis nervios y ¡wow! Ahi estaba ella de pie, una hermosa rubia. Más nervioso me encontraba.

Me hizo pasar, ella muy amable en todo momento, y me preguntó si quería algo. Le pedí un zumo y me dijo que me pusiera cómodo.
Ella volvió y empezamos a ponernos cómodos los dos. Sentado en el sofá y ella comenzó a desprenderse lentamente de su ropa. Me puso sus maravillosas tetas en la boca y empezé a lamerlas mientras ella ronroneaba. Ella sabe como guiarte y sabe manejar la situación para que vaya todo como la seda. Me cojió de las manos, y me llevó a la cama, una enorme cama de matrimonio. Así, empezé a comer lo que ella me ofrecía, a ella. La fuí desvistiendo, para poder devorarla mejor. Le dije que era primerizo, ante un tamaño como el suyo, y me dijo que no me preocupara. Y entonces comenzó lo bueno.

Se tumbó en la cama y me dijo que empezara, asi que ni lento ni perezoso, me amorré a su polla. A juzgar por sus gemidos, creo que no soy muy malo ala hora de chupar. Me lo metía en la boca y succionaba, metía mi lengua y empezé a jugar. Me la sacaba de la boca, para lamer sus muslos, sus nalgas mmm me encantaba el sabor de su cuerpo. Ella mientras se tocaba, mientras me miraba come me la comía y veía como ese monstruo empezaba a cojer un tamaño más que considerable y ella, ni corta ni perezosa, me la hizo que me la comiera. Yo empezaba despacio, pero como ella estaba más caliente a cada momento, me la metía más y más en la boca. Me tragaba lo que podía y me ahogaba. ¡Que delicia! Mi garganta y mi boca, no podian abarcar su cada vez mas grande miembro. Ella estaba cada vez más caliente y me dijo que me pusiera a cuatro patas. Yo nunca había probado esa postura. Me puso en el borde de la cama, me dijo como ponerme y ahí empezó a metermela. ¡Dios! Sentía como algo empezaba a atravesarme. Le dije que me dolía, se salió y empezó a hacerlo más despacio.

¡Uf! La sensación de como empezó a metermela, lo hacia despacio, pero con su tamaño y mi culo estrecho era demasiado para mi. Pero aguanté, y ella ahí siguió metiendomela. Me folló como nunca nadie lo habia hecho (tambien tenia una polla como nunca antes habia visto) y yo jadeaba y medio gritaba. A ratos paraba para que yo pudiera descansar. Me preguntó, que me gustaba hacer, y yo le dije que chupar. Eso marcó las distintas visitas que le he hecho desde entonces. Me metí ese pollón en la boca y cuando sentía que me ahogaba, la sacaba. Alternaba lamer sus huevos, su entrepierna, su pollón, mientras ella ronroneaba de placer. Me dijo que me pusiera a cuatro patas de nuevo, y yo encantado. Esta vez entró mejor la primera vez, pero su polla es bien grande y no podia evitar sentir como ese pollón me perforaba. Pero ahora iba mejor, mi culo estaba más dilatado y preparado. No paró de follarme. En una de estas, me cojió y me llevó a la entrada de la habitacion donde habia un sofá. Allí volvió a arremeterme mientras casi casi me violaba, así estuvimos hasta que se corrió. ¡Que gusto! Pero al mismo tiempo, sentí lástima. Pensando que sería el final.

Y ante mis sorpresa, me dijo que como me gustaba lamer, que le lamiese el cuerpo. ¡Que bueno! Le hize unos cuantos masajes por todo su cuerpo con mi lengua y se notaba que le gustaba,por que ronroneaba y gemia de gusto. Y ella se ponía más cachonda. Me dijo que si podía estar más tiempo (había estado una hora) y le dije que no tenia mucho dinero más. Me llevó al sofá y alli volvió a metermela de nuevo. Me encantaba sentirme violado en el sofá. Se salió, se sentó y me hizo comersela. Ufff, no se que pasaba, pero a cada momento, me parecía más rica. Perdí la noción del tiempo.

Despues estuvimos charlando un rato, me vestí, nos despedimos y me fuí. Miré la hora, y practicamente habiamos estado dos horas y yo le había pagado menos. En ese momento, me sentí mal, no me parecía justo. A fín de cuentas es su trabajo y se merece su retribución económica.

Esta fué la primera de mis visitas a Suzy.

Gracias a Suzy, que si no fuera por su naturalidad y simpatía, no hubiera repetido las veces que lo he hecho.

... continuará...

Saludos, de un donostiarra.
Nos leemos!


Publicado el May 27, 2016 at 12:00 am

Relatos Travestis Bilbao: Boneca Suzy - El comienzo de mis comidas


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